Primero que nada debemos plantearnos conceptualmente si los artículos de colección pueden resultar como un activo refugio, los activos refugio son considerados aquellos que en tiempo de incertidumbre o crisis cuentan con una elevada probabilidad de mantener sus beneficios e incluso de incrementarlos.
Un ejemplo comparativo con los artículos coleccionables que podemos tener pese a las distancias, es el oro, que en momentos de crisis tiende a ser para los poseedores un patrimonio sólido. Siempre hemos visto a los bancos y financieras como los que mayor rédito tienen a través de los intereses por otorgar capitales, pero en este caso, en una situación crítica vemos como los intereses han bajado incluso a cero en algunos entes, entendemos entonces que el capital monetario que uno pueda poseer no significa inversión de seguridad para estos casos, por el contrario la inflación puede consumir la liquidez monetaria.
Siempre que hablamos de valores en el ámbito coleccionismo solemos escuchar que es muy relativo, además de impacientar a algunos coleccionistas que sustentan que no es de importancia valorizar los objetos a quienes admiro su despreocupación por el lado económico, la percepción de la valorización relativa puede no ser precisamente la adecuada atendiendo que históricamente hemos visto como los materiales escasos aumentan su valor en el tiempo, esto va a suceder siempre que más personas se adhieran al selecto hobby, por el caso contrario, si menos personas demuestran interés, los precios bajarán. En todo caso el relativismo podría estar centrado en piezas que no escasean, cuya clasificación me gustaría profundizar en otro post.
Concluyendo la idea, considero que los artículos escasos de colección es un activo refugio y en tiempos de crisis, poseerlos es una herramienta positiva desde el punto de vista financiero y como un ahorro, ya que el que coleccionista tiene dos opciones para estos momentos, efectivizar parcial o totalmente su colección, o el que tiene la posibilidad de mantenerla, estudiar la misma y disfrutarla.